Sebastián Marín es torero desde que nació , solo hay que oírle.
Asumió pagar el peaje de las cornadas dibujándole un siete a lo largo de toda su pierna derecha que cicatriza una femoral descompuesta en el pitón de un novillo cuando sólo tenía dieciséis años.
"O todo , ó nada" dice convencido.
Viajará a México el próximo mes para participar en el Centro de Alto Rendimiento del país azteca , donde irá con toda la verdad con la que habla a dejar su nombre grabado en la historia taurina , previo a una temporada española de altura.
Tiene diecinueve años pero habla con una madurez aplastante , fruto de vivir en un entorno de hombres desde niño donde asimiló desde muy pronto el peaje que debería pagar por conseguir ser figura del toreo.
Revoluciona las redes , arrasa entre los jóvenes y predica un concepto y filosofía perdido en la sociedad actual , donde asume cada minuto una entrega a la profesión sin tregua.
"Lo quiero ó todo , ó nada" expresa con la misma contundecia con la que torea.